Llega la hora de elegir colegio para nuestros hijos, vaya por delante que no es tarea fácil. Mil dudas se nos plantean a la hora de hacerlo, las primeras inquietudes que se nos pasan por la cabeza son del tipo: localización del cole, lo lejos que esta de casa o de nuestro trabajo, el tema económico, la posibilidad de que vayan y vengan solos, la necesidad de tener que acompañarlos y recogerles, la red de amistades que desarrollarán, el horario de mañana o también de tarde, la compatibilidad de horario del centro con el horario familiar… y así, las que queráis.
Una vez superada esta primera lluvia de ideas que se nos pasan por la cabeza, podemos empezar a pensar en aquellos aspectos, tal vez, menos centrados en la logística diaria y más centrados en cuestiones, que sin duda no deberíamos equivocarnos a la hora de elegir. El primer factor en el que pensamos, fue en la cantidad de horas que pasaría mi hijo en el cole elegido, por ello se me planteaba como algo importante el hecho que se sintiese lo más a gusto posible en él.
Reconozco que jugué con ventaja, yo conocía el funcionamiento del colegio, del equipo docente y de los profesionales que trabajan ahí. Conocía perfectamente las prioridades del equipo a la hora de educar, el tipo de enseñanza-aprendizaje que imparte, así como los valores que trasmite y la atención individualizada que ofrece. Puedo decir que estamos muy orgullosos de la decisión que tomamos, existen indicadores que nos reafirman en nuestra elección, como las ganas que tiene mi hijo cada mañana de ir al cole o escucharle decir: ¡papá! este es mi cole y es el mejor cole del mundo.
Hace años, buscamos un cole donde mi hijo se sintiera a gusto, protegido, feliz, que aprendiese un montón de cosas válidas para la vida a parte de los contenidos académicos necesarios. A la hora de elegir colegio, os aconsejo que busquéis aquel centro que os ofrezca y se aproxime al máximo posible al tipo de educación que queréis para vuestros hijos, entendiendo la educación como algo mucho más global que únicamente una adquisición de los contenidos académicos.
Autor: Miki Far